Texto Narrativo (Autobiografía)
Mi vida empezó antes del propio nacimiento, ya que aún antes de la concepción fui
un ser deseada por mis padres. Nací un 12 de enero del 2006 en el Sanatorio
Nuestra Señora del Pilar en zona 15; un jueves a las 12:50 p.m. Pesé 8 libras y 11
onzas y medí 52 centímetros. El motivo de mi nombre es debido a mis abuelos
maternos y mi papá. Recibí el nombre de Lara debido a que mis abuelos gustaban
de la película Doctor Zhivago, en la cual aparece una protagonista con ese nombre.
También me llamaron así por uno de los mejores amigos de mi abuelito materno,
quien siempre estuvo para mi abuelito en todo momento. Recibí el nombre de
Nicolle por mi padre, ya que le gusta mucho y él dice que es un nombre original y
no muchas personas tienen.
Mis primeros meses de vida los vivimos en una casa en Santa Bárbara en San
Cristóbal, la cual fue la primera casa que mis papás compraron juntos. Pero también
viví mucho tiempo en la casa de mi abuelita en zona 11, donde mis papás se
conocieron por primera vez y donde vivo actualmente.
El 02 de septiembre del 2006, a mis once meses fui bautizada en la Parroquia de
Cristo Rey. Desde ese entonces he profesado la religión católica. Empecé a caminar
a los 11 meses.
Con mi papá he tenido una bonita química. Siempre me ha gustado hacer cosas
con las manos porque él me enseñó, creo que al no tener un hijo mayor hombre,
me enseñó a mí a hacer todas las cosas de la casa. Recuerdo que cuando yo tenía
11 años, mis papás se fueron de viaje a El Salvador son sus amigos de baile, y nos
dejaron a mi hermanito, mi tía y a mí solos en la casa por un fin de semana. Cuando
yo era pequeña a mi hermano y a mí nos gustaba mucho salir a bicicletear. Este fin
de semana que mis papás nos dejaron solos, se me ocurrió enseñarle a mi hermano
a bicicletear sin rueditas. Yo se las quité y nos pusimos en la calle toda la tarde
hasta que lo logró. Este es un momento que no voy a olvidar.
En el año 2017, mi hermanito y yo tuvimos la oportunidad de acolitar en la Iglesia
Esquipulitas de zona 11, ya que la catequista nos habló un día y los dos nos
emocionamos mucho. Recuerdo que esto ayudó a que conectara más con Dios.
Disfrutaba mucho hacerlo ya que, se sentía como si era una llamada por el Señor
para servirle, por lo cual siempre estaré agradecida con mis papás por apoyarnos y
con la señora que nos aspiró a hacerlo. Lastimosamente tuve que dejar de hacerlo
por la pandemia.
En este momento estoy cursando 12, y soy una Senior en el Colegio Ameritec. He
sido muy buena estudiante y dedicada a mejorar mi capacidad intelectual. Me veo
en un futuro como una doctora ya sea pediatra o neurocirujana, pero siempre
ayudando a quien lo necesite, me visualizo con una familia y teniendo a mi hermano
y a Dios siempre a mi lado.
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